Oraciones iniciales
Persignarse
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Dibujar con el pulgar tres cruces pequeñas:
- la primera cruz sobre la frente (por la señal de la Santa Cruz);
- la segunda sobre la boca (de nuestros enemigos);
- la tercera al abdomen (líbranos Señor, Dios nuestro).
Santiguarse
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Dibujar con la mano la cruz sobre nuestro cuerpo:
- desde nuestra cabeza (en el nombre del Padre)
- a nuestro corazón (y del Hijo)
- y del hombro izquierdo al derecho (y del Espíritu Santo. Amén).
Oración de reparación
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de tu infinita misericordia. Dios Mío, yo creo, adoro, espero y os amo; Pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo; Os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los sagrarios de la Tierra en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que él mismo es ofendido; Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
Credo apostólico
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Padre Nuestro
Padre Nuestro que estás en el cielo; santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino; Hágase tu voluntad, así en la tierra, como en el cielo; Danos hoy nuestro pan de cada día; Perdona nuestras ofensas, así como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Ave María
Dios te salve María, llena eres de Gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.