Día cuarto – 19 dic.

Mateo 1, 18-24

El origen de Jesucristo fue éste: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.»

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:
«La virgen quedará encinta
y tendrá un hijo,
al que pondrán por nombre Emanuel»
(que significa: «Dios con nosotros»).
Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y tomó a María por esposa.

Consideraciones

José es un hombre bondadoso y noble que contraerá matrimonio con María, pero el temor lo invade cuando sabe que en el vientre de ella crece un hijo que no es suyo. Piensa entonces en dejarla.

Un ángel visita a José durante un sueño, confirmándole la verdad que ella le había revelado. De esta manera José puede aceptar a María como su esposa y a Jesús como su hijo adoptivo.