Acto de contrición
¡Oh Padre de misericordia! Aquí me tienes arrepentido de todas mis culpas; ten piedad de mí. Me pesa haberte ofendido porque eres infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas. Con la ayuda de tu gracia renuevo el propósito firme de no pecar más. Jesús, José y María, sean mis protectores para que huya de toda ocasión y peligro de caer en pecado, que pueda sostenerme fielmente a este propósito y que no haya nada que me aparte del amor y servicio de Dios. Amén.