Consagración de la familia I
¡Oh Jesús, Redentor nuestro amabilísimo! Que viniendo del cielo para ilustrar al mundo con la doctrina y el ejemplo, quisiste pasar la mayor parte de tu vida mortal en la humilde casa de Nazaret, sujeto a María y José, consagrando aquella Familia, que había de ser en adelante el modelo de todas las familias cristianas. Recibe benigno esta familia que ahora se entrega toda a Ti. Protégela, guárdala y confirma en ella tu santo temor, juntamente con la paz y concordia de la caridad cristiana, para que se haga semejante al divino ejemplar de tu Familia y de todos cuantos la componemos consigamos la eterna bienaventuranza.
¡Oh amantísima María, Madre de Jesucristo y Madre nuestra! Haz por tu piedad y clemencia, que Jesús acepte nuestra consagración y nos conceda sus beneficios y bendiciones.
¡Oh amadísimo San José, custodio de Jesús y de María! Socórrenos con tus plegarias en todas las necesidades espirituales y corporales, a fin de que en unión contigo y con María, podamos bendecir eternamente a nuestro divino Redentor. Amén.