Día sexto – 21 dic.
Lucas 2, 1-5
Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.
Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta.
Consideraciones
María y José se encontraban en Galilea y el nacimiento de Jesús ya estaba cercano, cuando un censo decretado por el emperador les obligó a viajar a Belén, ciudad natal de José, donde debían ser censados. Fue allí en Belén, donde nació el Niño Jesús. Era allí, donde habían anunciado los profetas que nacería el Mesías.
Muchas veces en nuestra vida nos vemos enfrentados a situaciones que no comprendemos, como les sucedió a María y a José al tener que emprender este viaje en un momento tan difícil.
Sólo la fe puede darnos la respuesta. Nuestra vida ocurre según la voluntad de Dios y todas las cosas que vivimos tienen una razón de ser. Incluso, las situaciones difíciles que a veces se nos presentan tienen como objetivo ayudarnos a madurar y ser mejores personas.